Silvain Marc (Commercy -Francia-  1948) es el artista que Birimbao presenta en sus salas a partir del 4 de Noviembre.

Este escultor francés, afincado en la Línea desde hace muchos años, siempre es esperado en Sevilla con expectación e interés. Las formas y texturas que consigue trabajando directamente sobre el mármol o el granito, son de gran pureza y de relevante excelencia plástica.

En Sylvain, como no podía ser de otra manera, hay mucho de la creatividad del Rodin contemporáneo de Monet, Cézanne o Renoir que al mismo tiempo que se abría a la luz y a la sombra del impresionismo con la riqueza de contornos de la materia trabajada, se alejaba de tales principios por la rotundidad física de sus figuras y composiciones sentando las bases para la nueva escultura del siglo XX.

Desde sus comienzos, nuestro artista ha ido profundizando en diferentes áreas temáticas dominadas todas ellas por la belleza, la sensibilidad, la perfección. Como característica muy personal, destaca su capacidad para lograr esculturas que son captadas por el observador como estructuras ligeras, livianas, desprovistas de rigidez y abiertas a la imaginación. Son piezas de pequeño y mediano tamaño en su mayoría, con reminiscencias formales de la naturaleza, de la geometría, de la creatividad cinética u otros elementos.  En esa línea, su homenaje a la guitarra andaluza hace que la unión del ónix y el acero conjuguen formas sensoriales de musicalidad cierta.

Si en su momento se pudo decir que Julio González, hacía de la escultura una escritura de hierro y sombra, de Sylvain Marc es posible hablar como de alguien que hace del mármol en sus diferentes tipos, individualidades de luz y reflexión. Porque eso son sus piedras horadadas, sus curvas recreadas llamando a la caricia, sus relieves que expresan contundencia, sus rugosidades vitales para dominar la piedra. Todo parece fácil y todo parece sencillo, tan sencillo, que nos lleva a pensar en la complejidad de toda sencillez.