Su investigación artística se ha centrado en obtener resultados plásticos lo más autónomos posible de las ‘decisiones propias’ del autor, y en desarrollar proyectos conectados al ‘curso natural de la vida’. Indaga, cambiando de medios y disciplinas, cinco líneas de investigación: (1) La presencia anónima, huella y rastro; (2) El tiempo; (3) La comunicación obra-espectador; (4) La identidad y la memoria; (5) La pintura-pintura. Siendo ‘el tiempo’ ha sido un asunto central.
Desde sus primeras exploraciones artísticas ha mantenido como constante un método de trabajo enfocado hacia la búsqueda del hallazgo antes que insistir en lo ya conocido. Es la idea lo que establece un protocolo de actuación, aunque la irrupción del azar siempre tiene cabida en el proceso de la obra para remarcar así el sentido procesal de la misma.
Un giro significativo en la producción tiene lugar a finales de 2003, cuando retoma la pintura, entendida siempre como superficie. El espacio del cuadro es tratado como lo que es, un lugar plano, bidimensional y temporal. Por tanto, la pintura es ‘objeto’, con la intención última de que al ser contemplada se pueda decir: “lo que veo es lo que veo y no otra cosa”. La pintura, destacando sus valores propios (color, planimetría, olor, untuosidad, etc.), se constituye en una presencia puesta ante el espectador sin artificio o trampa de representación alguna.
Su obra está representada en las colecciones: Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla), Colección Banesto (Madrid), Colección Cajasol (Sevilla), Colección de Arte Contemporáneo, Diputación Provincial (Cádiz), Fondo artístico de la Diputación Provincial (Jaén), Fundación Unicaja (Málaga), Junta de Andalucía, Dirección General de Juventud (Málaga), Washington University, Olin Library Special Collections, St. Louis (Missouri, EE.UU.).