Hace muchos años que Sylvain Marc cambió la bruma del río Mosa francés por el esplendor de la luz del Campo de Gibraltar andaluz. Un cambio que, ciertamente, ha influido en su creación artística, caracterizada por el dominio de la materia con que construye las esculturas que crea.
Sus manos trabajan los volúmenes dando forma al mármol, al granito o al acero. Sus piezas, bellas y misteriosas, surgen de la observación de la naturaleza, de la geometría, de la creatividad cinética y se convierten en individualidades de luz y reflexión como un ejercicio sorprendente de sensibilidad y perfección.
En cada escultura, el artista consigue sensaciones para el espectador de ligereza, de pérdida de rigidez y sobre todo de apertura a la imaginación y al mundo de misterios que hacen posible la transformación de la materia. Porque a eso responden sus piedras horadadas, sus curvas llamando a la caricia o sus relieves expresando contundencia.
Entre sus creaciones podemos encontrar obra tanto para los grandes espacios como para los pequeños lugares íntimos y personales. Todas hablan de la belleza del saber y de la sencillez de quien las construye.
Ha presentado exposiciones colectivas o individuales en Francia, Portugal o Finlandia, por ejemplo. Desde 1977 hasta la actualidad, diferentes ciudades han presentado sus obras: Algeciras, Cádiz, Gibraltar, Granada, Huelva, Madrid, Málaga, Nueva York, Oviedo entre otras.
También destaca por la gran cantidad de premios conseguidos. Entre ellos como ganador en la X y XI Bienal Internacional de escultura de la Ciudad de Marbella, así como varios primeros premios en Salones de Otoño de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla. En el año 2001 fue seleccionado para realizar el Monumento conmemorativo del VII Centenario de Chiclana de la Frontera.