Inauguración: martes 2 de abril a las 20 horas.
Del 2 de febrero al 13 de marzo de 2024.
A nuestro amigo Alberto Hevia.
Conocimos a Alberto recién instalados en la calle Alcázares hace ahora 24 años. Ya desde los primeros contactos comprobamos que la fortuna nos había agraciado poniéndonos por delante a una persona cariñosa, con un espíritu abierto, con inmensas ganas de conocer y un denodado deseo de contribuir, desde la posición en que se encontrara, en la tarea de apoyo y defensa del intricado universo del arte. Un universo que juzgaba como un producto singular y necesario en nuestra sociedad, un universo que se mantiene vivo a pesar de las dificultades en virtud del esfuerzo colectivo.
Conectamos desde el principio, no podía ser de otra manera, dado el carácter afable que le distinguía y el interés que manifestaba por el arte en general, y la pintura en particular, y el entramado por desgracia no siempre idílico que los rodea, intereses que por supuesto compartíamos. Paulatinamente fuimos estrechando la relación, situación que nos permitió poner en común las opiniones que albergábamos alrededor de una amplia panoplia de aspectos tanto éticos como estéticos y enhebrando complicidades que nos servían para abordar con más precisión los retos que se nos iban planteando.
Se había convertido en un asiduo de la sala, donde poco a poco fue adentrándose en los debates de toda índole que se suscitaban. A medida que crecía la amistad que nos unía, fue pasando a tomar parte activa en cuantas iniciativas esbozábamos, aportando en los círculos de discusión que organizábamos ideas muy acertadas y dignas de tener en cuenta. Su papel de asesor externo fue creciendo de manera natural, empezamos a considerarlo uno más dentro del organigrama, (lo llamábamos el subdirector), un consultor necesario que permanentemente ayudaba a que las cosas funcionaran mejor.
Sus ganas de ayudar en un trabajo que le encantaba le llevaron también a asumir algunas tareas internas en la galería. A partir de determinado momento se convirtió en un pilar importante en el montaje de las muestras que programábamos, para el cual desarrolló criterios plausibles que concluyeron en una forma de colgar, en la que el respeto por la obra maridaba perfectamente con las exigencias del espacio expositivo que tan bien conocía.
Gozaba de una perspectiva amplia sobre el arte, una admiración general por lo que hacían los artistas y una visión sagaz que le permitían profundizar sin dificultad en el fondo y las formas de las propuestas concretas de cada uno. Fue el motivo que nos impulsó a animarlo un día a que redactara la mezcla entre texto de sala y nota de prensa que editábamos. Y no nos equivocamos al proponérselo. A partir de entonces, fiel a la cita que marcaba el calendario expositivo, nos remitía un bello escrito en el que, sin alharacas ni concesiones, decía cuanto de prosaico había que decir, a la vez que profundizaba, sin extensiones innecesarias y con la delicadeza que le identificaba, en el alma de lo que se exhibía y de su autor.
Visitó el estudio de muchos autores, habló con muchos de ellos en su afán por escudriñar los entresijos de su quehacer, siempre desde el respeto y la admiración que sentía por la obra que realizaban, supo encontrar las palabras adecuadas para despertar la atención y la simpatía del público, que a través del tiempo nos ha visitado, hacia la labor de los creadores que presentaron sus piezas en nuestro espacio.
Hace unos meses murió Alberto. Sin reponernos aun de la dureza del impacto, calibramos cual sería la mejor manera de expresarle nuestra gratitud por el cariño que nos había regalado y el apoyo que nos había ofrecido. Pronto se nos ocurrió homenajearlo con una exposición. Reconocemos que no es lo más habitual en una sala de nuestras características (tampoco hemos pretendido nunca ejercer de ortodoxos), pero entendimos que seguro sería lo que más le hubiera gustado, además con ella podríamos su-mar al acto a los artistas y amigos que tanto lo estimaban y quieran rendirle el tributo que merece.
Gracias por todo, amigo.
Miguel Romero en representación de Birimbao.
Nota: No ha sido posible incluir en la exposición a todos los artistas que sin duda les hubiera gustado. Les pedimos disculpas por ello.