Del 4 de marzo al 11 de abril de 2016.
HISTORIA PINTURA
Después de la exposición «Inventario Aproximado» en el CAAC, (junto a Miki Leal) me surgió una idea.
Los trastos significantes de aquel montaje eran diversos por sus diferentes materiales. Pero, quizás por estar hechos en forma de maqueta o croquis, la mano o el estilo no importaban demasiado: sólo la idea. De todos modos, inevitablemente, acababan teniendo una apariencia y con ello una estética…
Satisfecho con aquella exposición, tuve la absurda y sevillana idea de intentar hacer lo mismo, pero pintado. Para hacerlo así, “en pintura” necesitaba múltiples materiales. En el espacio bidimensional, dichos materiales son los recursos/gestos -claro está- ya que el material en sí (pintura) no es otra cosa que una materia líquida/viscosa, antipática de tratar. Eso nunca ha cambiado.
Yo, como pintor, se supone (aunque no sea imprescindible) que debería conocer, al menos, los más notables recursos que la historia ha ido aportando a la «cultura pictórica». A día de hoy, la pintura debería tener aprendido todo ese bagaje, esa enciclopedia. Eso no significa que haya que usar todos esos recursos; tampoco la sabiduría es una suma de saberes (en todo caso de saberes y olvidares, creo). Constantemente se alternan en la historia progresión y ruptura, por lo que he observado. De hecho, no se puede decir que la pintura de una época sea mejor o peor pintura que la de otra. No se puede comparar a Giotto con Morandi.
Por eso elegí la historia de la pintura, empezando por el Big Bang y llegando hasta el SXX… Una excusa, en definitiva, para intentar integrar lo disperso y lo incoherente, buscando en mis posibilidades técnicas las idóneas para cada momento, destacando lo más característico, sin intención historicista ninguna. Olvidando mi estilo, si es que lo hay.
… Y, ya puesto en ese análisis de la superficie de la PINTURA, de camino metí un poco la cabeza en cada ventana de la HISTORIA.
Cristóbal Quintero