el Premio Internacional de Pintura de la Fundación Focus, el de Artes Plásticas de la Universidad de Sevilla, CICUS y Generaciones 2019, ambos conseguidos en 2017; ha sido seleccionada en distintas Becas de Residencias para creadores y cuenta con piezas en colecciones como la del Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga o la Colección DKV.
En su trabajo trata de encontrar el equilibro entre la razón y la emoción, dos territorios aparentemente contradictorios que, al friccionar, generan un tipo de energía que le interesa. Procura moverse en el ámbito de lo lúdico, un lugar compartido por artistas y niños, donde se abandonan los prejuicios y aflora la parte más inesperada de nosotros. El humor, el juego o la ironía son modos de posicionarnos ante la realidad de una manera distinta e inesperada, de romper patrones comunes. De ahí surgen situaciones imprevisibles que desprenden frescura y nos resultan atractivas porque no se ajustan a modelos prefijados.
El juego es muy importante tanto en su obra como en su modo de trabajar, y esa idea queda patente en tres ámbitos principalmente. En los elementos representados: la mayor parte son piezas infantiles, objetos decorativos o de uso cotidiano, así como en la forma de tratar y configurar esos elementos: los pinta, rompe, mutila, ensambla o compone de tal o cual forma, como si estuviese jugando con ellos, y también en la manera en que afronta una pieza: prueba, borra, repinta, modifica e incluso interviene con spray como si se tratara de un acto vandálico hacia su propia pintura.